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Rectificación: Daniel Flahiff, autor del post en Inhabitat en el que basé el que estáis leyendo, acaba de publicar una importante rectificación sobre los datos de resistencia del material, después de que el director técnico de la empresa fabricante del Hemcrete se pusieran en contacto con él. Os trascribo la nota:

Hemcrete no es un sustituto directo para el hormigón, se trata de un biocompuesto útil como material de aislamiento termal (u otros tipos de aislamiento) en paredes. El Hemcrete no es más fuerte que el hormigón. En realidad se emplea normalmente en aplicaciones no estructurales, al costado de marcos de madera. El cáñamo en el Hemcrete no se deteriora porque está protegido por la cal de la mezcla, pero solo se usa en suelos para dar acabados transpirables.

El 45% de las emisiones de CO2 en los Estados Unidos proviene de la construcción de edificios, según datos del Consejo para la Construcción de Edificios Ecológicos de los Estados Unidos (USGBC). Por eso no es de extrañar que crezca la demanda de edificios con saldo neutro en la emisión de carbono; y por eso tampoco es de extrañar que una empresa haya desarrollado un material de construcción cuyo nivel de emisiones de CO2 no solo es neutral, sino que de hecho es negativo. Los responsables de este hormigón verde, el grupo británico Lhoist Group, lo han bautizado Hemcrete en honor a sus componente principal: el cáñamo (el resto de componentes son cal y agua). ¿Por qué este producto tiene un saldo de emisiones de CO2 negativo? Pues porque hay más gas invernadero atrapado en el cáñamo empleado como base, que el que se libera durante el proceso de aglomeración. Por supuesto la ecuación es mucho más complicado que eso, pero aún así el Hemcrete® sigue siendo una asombrosa nueva tecnología.

Está muy bien todo esto del lado ecológico, pero.. ¿es resistente este hormigón? Si hacemos caso a lo que se publica en inhabitat este producto es amigable con el medioambiente, 100% reciclable, y tan versátil como sostenible. Además es siete veces más fuerte que el hormigón clásico, pesa solo la mitad y es menos propenso a sufrir grietas, lo cual lo hace perfecto para un montón de aplicaciones, desde aislamiento de tejados y paredes, hasta la construcción de suelos. Y según dicen los fabricantes, el producto es tan reciclable que una vez demolido puede usarse como fertilizante. ¿Alguien da más?